Domingo 3 Du al-Hiyya, 1 de Junio
Treinta y seis cabezas de enemigos constituyen el trofeo principal de la jornada: nuestras pérdidas han sido menores.
He visto dos cosas por vez primera de mi vida: un leproso con traje especial y un sombrero de alas anchas que, según me dijeron, vive con otros muchos en un barrio especial de Marrakech; y una mujer gorda, que no tiene comparación con las que en Europa se enseñan por fenómenos. Venía montada a horcajadas en un mulo, con la cara descubierta y la cabeza adornada con hojas y flores naturales. Parecióme el dios Baco montado en el tonel, mas me informaron que es una santa que debe la beatitud a la misma gordura. Toda persona disforme es santa a los ojos de los marroquíes porque Dios la ha distinguido de las demás.
Esta tarde hemos colocado ocho piezas de artillería en un extremo del campamento, hacia el lado del enemigo, y las tropas, victoriosas y fatigadas de la jornada, se han ido a dormir tranquilamente.
De Viajes por Marruecos, de Joaquín Gatell (El Caíd Ismail). Miraguano Ediciones. p.276
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