Pensamientos al vuelo, de Yoshida Kenkō*
Cuando vamos de viaje, no importa adónde, tenemos la sensación de verlo todo por primera vez, como si hubiéramos despertado de un sueño. Al pasear por esos lugares, mirando aquí y allá, recorriendo pueblos de montaña, todas las cosas aparecen a nuestros ojos extrañas, singulares.
Y es curioso ver cómo buscamos la primera ocasión para enviar una misiva a la capital recalcando: “No te vayas a olvidar, ¿eh? En cuanto saques un hueco, haz esto o lo otro”. Y es que, en tales ocasiones, uno se fija y reflexiona sobre todo lo que ve. Los objetos domésticos o de uso personal, si ya son buenos, parecen mejores. Las cualidades de aquellos que poseen alguna habilidad o talento, o gozan de buena disposición , aparecen a nuestros ojos con un brillo mayor del habitual.
Huir del mundo y refugiarse en la paz y el silencio de un templo o un santuario resulta también una experiencia maravillosa.
A: Pensamientos al vuelo, de Yoshida Kenkō, Traducció de Justino Rodríguez. Errata Naturae. p.20
Yoshida Kenkō. Font: Wikimedia Commons |
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